A nivel
internacional, los sistemas educativos se enfrentan al desafío de utilizar las
tecnologías de la información y la comunicación para proporcionar a sus alumno
las herramientas y conocimientos necesarios que requieren el siglo XXI.
La UNESCO (2004)
señala que en el área educativa, los objetivos estratégicos apuntan a mejorar
la calidad de la educación por medio de la variación de contenidos y métodos, a
promover la experimentación, la innovación, la difusión y el uso compartido de
información, y la formación de comunidades de aprendizaje.
Con la llegada
de las tecnologías, el énfasis de la profesión docente está cambiando desde una
perspectiva centrada en el profesor como principal fuente de información y
experto en contenidos, hacia una formación centrada principalmente en el alumno
como participante activo de su proceso de aprendizaje.
Así explican
Palomo, Ruiz y Sánchez (2006), cuando afirman que las TIC ofrecen la
oportunidad de interacción, pasando el alumno de una actitud pasiva a una
actividad constante, a una búsqueda continua de contenidos y procedimientos.
Aumentan la participación del alumnado en sus tareas y desarrollan su
iniciativa, ya que se ven obligados constantemente a tomar "pequeñas"
decisiones, a filtrar información, a escoger y seleccionar.
Para que en la
educación se puedan explotar los beneficios de las TIC en el proceso de
aprendizaje, es esencial que tanto los futuros docentes como los docentes en
actividad sepan utilizar estas herramientas.
Para poder
lograr un serio avance es necesario preparar y actualizar al personal docente,
además de equipar los espacios escolares con medios tecnológicos, como son
televisores, computadoras y conexión a Internet.
Todo esto
implica un esfuerzo y un rompimiento de estructuras para adaptarse a una nueva
forma de vida por parte de profesores, alumnos, padres de familia y de la
sociedad; así, la escuela se podría dedicar fundamentalmente a formar de manera
integral a los individuos, mediante prácticas escolares acordes al desarrollo
humano.
Cabe destacar
que el uso de las TIC favorece el trabajo en grupo, no solamente por el hecho
de tener que compartir ordenador con un compañero o compañera, sino por la
necesidad de contar con los demás en el logro exitoso de las tareas encomendadas
por el profesor.
La experiencia
demuestra día a día que los recursos informáticos de que se dispone en los
centros educativos favorecen actitudes como ayudar a los compañeros,
intercambiar información, resolver problemas. Estimula a los integrantes de
grupos de trabajo a intercambiar ideas,
a discutir y decidir en común, a razonar el porqué de tal opinión.
Docentes!! Reconozcan
la importancia que hay en la integración de las TIC a las aulas.
Muy buena información, yo creo que a veces nos sentimos intimidados al reconocer todas estas tecnologías, pero tenemos que pensar que son una mejora para la calidad de la educación.
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